Día a día, seguimos descubriendo y amando esta tierra,
a las gentes que la trabajan y a las que la habitan.
Y queremos de manera especial, a nuestros mayores, pozos de sabiduría y últimos pobladores de viejos y hermosos pueblos casi deshabitados, que tan amablemente nos han recibido siempre y tan buenos ratos nos han hecho pasar al amor de una lumbre baja.
Gracias a nuestros amigos, colaboradores y lectores, porque es gracias a vuestro apoyo desinteresado y generoso que seguimos creciendo.